• Exploración del I par craneal o nervio olfatorio en la infancia

    El bulbo y la cintilla olfativa representan embriológicamente una expansión macroscópica aislada del telencéfalo. Las neuronas sensitivas primarias, células bipolares, en contacto con la mucosa nasal envía los axones hacia el bulbo olfatorio de cuyas células parten los axones que establecen contacto sináptico con las neuronas de la corteza olfativa situada en la cara inferior y medial del lóbulo frontal.
    Se encarga de la percepción de olores. Se explora aproximando a la nariz, alcanfor, menta, café, etc., es decir olores fácilmente identificables, asegurándose previamente que la vía aérea nasal esté libre (no taponada por moco).


    Debe explorarse por separado cada orificio nasal.


    En los niños pequeños la exploración del olfatorio es prácticamente imposible de realizar y pasa desapercibida a no ser que un olor fuerte desencadene una mueca de rechazo.