• Introducción a la evolución del sueño a la infancia

    Cada vez tenemos más evidencias que sugieren que la organización del sueño se produce más rápidamente en condiciones de una estimulación coordinada y escasa. Este ambiente de estímulo medido, coordinado y rítmico ocasiona unos estados mejor definidos de sueño y vigilia, mayor cantidad de sueño tranquilo y menor inquietud y llanto.
    Esto implica que los padres pueden influir profundamente en el desarrollo de la organización del sueño si ellos sobreestimulan al niño.
    De forma que los padres pueden inadvertidamente quitarle la oportunidad al bebé de aprender a dormirse sin necesidad de ayuda si lo sobreestimulan de manera que, incluso, algunos bebés excesivamente estimulados pueden dormirse como un camino de evitar la sobreestimulación.
    Hasta los tres meses de edad, la secreción de melatonina es muy baja y continua, es decir, no existe un ciclo de secreción circadiano y la concentración de 6-Sulfatoximelatonina (el metabolito urinario de la melatonina) es extremadamente baja hasta las nueve o doce semanas, a partir de este momento se adquiere un ciclo circadiano aunque difiere del patrón adulto tanto en la cantidad, en la duración, así como en el momento en que se consigue su máxima secreción.
    Las características del sueño de los niños tienen origen prenatal variando en función de las condiciones del embarazo; así los niños expuestos prenatalmente a alcohol tiene una OR 2.9 ( IC: 1.1-7.6) de tener un sueño más corto y una OR de 3.6 (IC 1.3-10.0) de tener menor eficiencia del sueño. Además por cada disminución en la desviación Standard  en peso y en talla al nacer la OR de tener una baja eficiencia del sueño aumenta 1.7 (IC 1.1-2.7) y 2.2 (IC 1.3-3.7) respectivamente. Por cada disminución 1-SD en el índice ponderal al nacimiento, el riesgo de que los padres informen sobre alteraciones del sueño se incrementa 1.4 (IC 1.0-2.0). Esta asociación no se altera por el sexo, EG, complicaciones pre o perinatales, IMC a los 8 años, asma, alergia o status socioeconómico.  (Pesonen AK;2009)
    Las influencias postnatales en el sueño y sus consecuencias también son de elevada relevancia: la actitud de los cuidadores frente al sueño cuando el niño tiene 9- 18 meses es un factor muy importante  que influye en la competencia social de los niños a los 30 meses. Los niños cuyos cuidadores no le dan importancia al sueño no tienen unos hábitos regulares de sueño: Los horarios de inicio de las siestas difieren diariamente mas de 1 hora ( r = 0.113 P = 0.047),los horarios de levantar cambian cada día más de 1 hora (r = 0.138 P = 0.015) Es más, los niños  que no tienen unos hábitos regulares de sueño a los 9 – 18 meses, tienen puntuaciones más bajas cuando se valora la autonomía  ( r = 0.121 P = 0.034), la regulación emocional ( r = 0.112 P = 0.049), regulación motora(r = 0.140 P = 0.014) y la empatía ( r = 0.136,P = 0.017) (Tomisaki E.;2010).

    BIBLIOGRAFÍA

    - Pesonen AK, Räkkönen K, Matthews K, Heinonen K, Pavoneen JE, Lathi J, Komsi N, Lemola S, Järvenpää AL, Kajantie E, Stranberg T(2009).Prenatal origins of poor sleep in children Sleep; 32(8): 1086-1092.
    - Tomisaki E., Tanaka E., Shinohara R., Sugisawa Y., Tong L., Hirano M., Watanabe T., Onda Y., Mochizuki Y., Kawashima , Yato Y., Yamakawa N., Anme T.(2010). A Longitudinal Study on Social Competence Development and Sleeping Habits. J Epidemiol. doi:10.2188/jea.JE20090148