• Datos generales en la exploración neurológica del niño

    Se tendrá en cuenta, como se expone en el capítulo de Desarrollo Psicomotor la edad cronológica, corregida si es necesario, con relación al recién nacido a término (edad madurativa).


     Observación
      Desde el momento que la familia y el niño están delante del médico, este debe estar pendiente de cualquier detalle por nimio que parezca. Es necesario siempre observar al niño, su relación con los padres y los padres con él antes de comenzar la exploración.
    - Niño Pequeño. A medida que se realiza la historia clínica se está pendiente del comportamiento del niño en la sillita o en los brazos de uno de los padres.
     - Niño mayor.


    • Actividad motora. Se observan los desplazamientos por la sala de consulta, si el niño es hiperactivo o hipoactivo, si la marcha es regular o presenta anomalías, los objetos que toca o coge, nos informa sobre la calidad de la manipulación, y las posturas que adopta, si son normales o anómalas.
    • Nivel de vigilancia. Se contempla las respuestas –coherentes, incoherentes, confusas o no dadas- a preguntas concretas, en función de la edad. La colaboración que presta o la comprensión a las ordenes durante la exploración, nos da una idea aproximada de su destreza motora, de su nivel de vigilancia, atención y funcionamiento mental global. Es probable que durante los minutos, que estamos hablando con los padres haciendo la historia y mirando al niño, de vez en cuando, sonriéndole y diciéndole alguna cosa, el niño se acerque por un lado o por detrás para saber que hacemos e incluso, a veces, formule alguna pregunta sobre algo que le llame la atención, ¿esto que es?, ¿para que sirve?; mientras le respondemos, observamos su interés. O, al contrario, el niño presta poco o nulo interés por lo que le rodea y rehuye la mirada o, en ocasiones, muestra solo interés por un objeto al que no abandona, como suele ocurrir con los niños autistas.


    Se observa también si presenta buena reacción a los estímulos visuales, táctiles, dolorosos. En niños mayores se aplica la escala de Glasgow.


    • Nivel de inteligencia. Se valora teniendo en cuenta la edad, la respuesta a los estímulos, solicitándole que escriba su nombre, que pinte un muñeco, o la familia –que nos informa también de su situación dentro de ella- que haga cálculos o refiera hechos que nos informe sobre la memoria pasada y reciente, y los juegos que realiza.
    • Reacciones emocionales. Que se pueden observar a lo largo de la exploración o que son notificadas por los padres: depresión, euforia, tensión, ansiedad, miedo, quejas somáticas, ideas fijas, baja autoestima, etc.