• Parasomnias asociadas al sueño REM en la infancia

    PARASOMNIAS ASOCIADAS AL SUEÑO REM
    El sueño REM predomina en la segunda mitad de la noche y es la fase de sueño en la que se produce la actividad onírica. Dentro de las diferentes entidades que se incluyen en las parasomnias REM se tratarán sólo las pesadillas, debido a que las demás son más frecuentes en la edad adulta.

    • Pesadillas

    Las pesadillas se caracterizan por ensoñaciones aterradoras y angustiosas durante el sueño REM, que generalmente despiertan al niño. Predominan en la última parte de la noche, cuando esta fase de sueño es más abundante.
    Tienen una prevalencia del 10-50% en niños de 3-5 años y hasta el 75% de la población infantil las han presentado en al menos una ocasión (Partinen et al; 2000).

    • Factores predisponentes y precipitantes

    Se postula una predisposición genética (Hublin et al; 1999). Además pueden ser precipitadas por una enfermedad o estrés psicológico de cualquier tipo. Cuando ocurren de forma recurrente pueden asociarse a un trastorno de ansiedad, incluyendo el trastorno por estrés postraumático. Los fármacos implicados en la transmisión de noradrenalina, serotonina y dopamina pueden provocar pesadillas. Otros fármacos que influyen en la neurotransmisión gabaérgica, histaminérgica y colinérgica y la suspensión de fármacos inhibidores de sueño REM pueden precipitar las pesadillas; así como la privación crónica de sueño por una mayor proporción de sueño REM.

    - Clínica
    Típicamente el niño se despierta, muy asustado y totalmente alerta, y describe con detalle que ha tenido un sueño muy angustioso y aterrador. El contenido varía con la edad, con una tendencia a ser cada vez más complejas. El niño continúa teniendo miedo después de despertarse con dificultad para volver a dormirse, aunque por lo general es posible calmarlo. Suelen asociar miedos nocturnos y resistencia a irse a la cama.
    Los niños con pesadillas recurrentes muestran más síntomas psicopatológicos, problemas emocionales y problemas de conducta e hiperactividad-inatención  (Schredl et al; 2009).

    - Diagnóstico y Diagnóstico diferencial
    El diagnóstico es clínico. No es necesario realizar una PSG para su diagnóstico. Si se realiza, se evidencian reacciones abruptas de alertamiento durante el sueño REM, precedidas por un incremento de la frecuencia cardíaca o respiratoria.
    Suelen confundirse con los terrores nocturnos. Se diferencian fácilmente porque durante el episodio el niño está totalmente despierto sin confusión ni desorientación; recuerda el contenido de un sueño muy angustioso; ocurren en la segunda mitad de la noche cuando el sueño REM predomina; y le cuesta volver a dormirse.

    - Manejo y Tratamiento
    El manejo de las pesadillas en niños muy pequeños incluye el tranquilizar y consolar al niño.
    No suele ser necesario tratamiento farmacológico, sin embargo en aquellos niños más mayores o adolescentes con pesadillas intensas y recurrentes, puede ser de utilidad la combinación de terapia conductual y fármacos supresores del sueño REM, como  clonazepam a dosis bajas.
    BIBLIOGRAFÍA
    - Sheldom S H. Parasomnias in childhood. Pediatric Clin North Am.2004;51:69-88.
    - Kotagal S. Parasomnias in chilhood.Sleep Medicine Reviews. 2009;13:157-168.
    - Stores G. Aspects of parasomnias in childhood and adolescence. Arch Dis Child. 2009;94:63-69.
    - Jurado MJ, Lluch A. Parasomnias y trastornos del movimiento. Pediatría Integral 2010; 9: 711-719.
    - ICSD-2. American Academy of Sleep Medicine. International Classification of Sleep Disorder: Diagnostic and coding manual. 2nd ed: Westchester, Illionois: American Academy of Sleep Medicine, 2005.
    - Laberge L, Tremblay RE, Vitaro F, MontplaisirJ. Development of parasomnias from childhood to early adolescence. Pediatrics 2000; 159:1070-1078.
    - Hublin C, Kaprio J, Partinen M, Heikkila K, Koskenvuo M. Prevalence and genetics of sleepwalking: a population-based twin study. Neurology 1997;48:177-181.
    - Broughton RJ. Parasomnias. In Chokroverty S (Ed), Sleep Disorders Medicine. Stoneham, MA: Butterworth-Heinemann, 1994;381-399.
    - Lecendreux M, Bassetti C, Dauvilliers Y, Mayer G, Neidhart E, Tafti M. HLA and genetic susceptibility to sleepwalking. Mol Psychiatry. 2003; 8(1):114-7.
    - Guilleminault Ch, Palombini L, Pelayo R, Chervin RD. Sleepwalking and sleep terrors in prepubertal children: What triggers them? Pediatrics. 2003; 111:e17–e25.
    - Tobin JD. Treatment of somnambulism with anticipatory awakening. J Pediatr 1993;122:426-427.
    - Harris M, Grunstein RR. Treatments for somnambulism in adults: Assessing the evidence. Sleep Medicine Reviews. 2009; 13: 295–297.
    - Remulla A, Guilleminault C. Somnambulism (sleepwalking). Expert Opin Pharmacother 2004;5:2069-2074.
    - Partinen M, Hublin C. Epidemiology of sleep disorders. In Kryger MH, Roth T, Dement WC (Eds), Principles and Practice in Sleep Medicine. Philadelphia: WB Saunders, 2000;558-579.
    - Hublin C, Kaprio J, Partinen M, et al. Nightmares: Familial aggregation and association with psychiatric disorders in a nationwide twin cohort. Am J Med Gen (Neuropsychiatr Gen) 1999;88:329-336.
    - Mindell JA,Owens JA. Diagnosis and  Management of Sleep Problems. Lippincott Williams & Wilkins. Ed 2003.
    - Schredl M, Fricke-Oerkermann L, Mitschke A, Wiater A, Lehmkuhl G. Longitudinal study of nightmares in children: stability and effect of emotional symptoms. Child Psychiatry Hum Dev. 2009; 40:439–449.