• Diagnóstico de los trastornos de la glicosilación de proteinas

    El diagnóstico se basa en el estudio de la glicosilación de las glicoproteínas. Se determina si existe una hipoglicosilación de las glicoproteínas séricas de tipo N- y O-. El estudio ha de contener al menos dos N- glicoproteínas y una O-glicoproteína. En el caso de CDG tipo IIb, IIc y IIf y en adultos en CDG IIa no se obtienen alteraciones en el perfil de glicosilación. En estos casos se debería realizar un análisis estructural de los glicanos.
    Los test diagnósticos para todos los tipos de CDG se basan en el estudio de las glicoformas de la trasferrina.  Los test se realizan mediante isoelectroenfoque o por electroforesis capilar que determinan el número de residuos sialidados N- asociados a transferrina sérica. Dichos test pueden mostrar:
    • Patrón normal de isoformas de la trasferrina.
    • Patrón de isoformas de la transferrina tipo I: depleción de tetrasialotransferrina junto a aumento de asialotransferrina y disialotransferrina. El patrón indica defectos en los pasos iniciales de la vía de las N-glicoproteínas. Tras ello es necesario hacer un estudio en linfocitos de sangre periférica o fibroblastos .
    • Patrón de isoformas de la transferrina tipo II: aumento de fracciones trisialo- y monosialo-, la mayoría debido a la incorporación de cadenas de azúcares truncados.  Tras ello será necesario realizar espectrometría de masas en suero con N-glicanos.
    La galactosemia, la fructosemia, el consumo crónico de alcohol o la utilización de EDTA como anticoagulante en la muestra de sangre que se utiliza pueden dar lugar a falsos positivos. Además los resultados en recién nacidos menores de 3 semanas de edad pueden ser erróneos.
    El porcentaje de transferrina hipoglicosilada sérica normal generalmente se sitúa entre 2,5 a 3%. Sólo es útil para identificar trastornos de la N-glicosilación. Los estudios de citofluorometría permiten cuantificar los antígenos celulares O- y N-glicosilados sobre la superficie celular.
    Para el diagnóstico de los trastornos de la O-glicosilación sólo son útiles los estudios estructurales y moleculares.
    Diagnóstico diferencial:
    Existen diferentes entidades sobre las que hay que realizar el diagnóstico diferencial como son:
    • Síndrome de Prader-Willi.
    • Distrofias musculares congénitas.
    • Miopatías congénitas.
    • Enfermedades mitocondriales.
    • Enfermedades peroxisomales.
    • Trastornos del ciclo de la urea.

    BIBLIOGRAFÍA

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